jueves, 15 de mayo de 2014

AVENTUREROS AL TREN



AVENTUREROS AL TREN
EL LOBO JUGADOR













AVENTUREROS AL TREN
(Viajando en tren te lo puedes pasar muy bien; si no te cortan las vías)


            Aventureros al tren (Ticket to ride como es conocido internacionalmente) es un juego de temática ferroviaria, de los que en la actualidad ya existen varios en los catálogos, pero que fue de los primeros y todo un éxito de ventas. Fue diseñado por Alan R. Moon y puesto a la venta en 2004 por Days of Wonder. Desde entonces, no ha parado de vender ejemplares, sacar expansiones y ganar premios, entre los que se encuentran el Mejor Juego Original y Mejor Juego del Año, ambos en 2004, o el prestigioso As d’Or en 2005. Se ambienta a finales del siglo XIX y con un estilo claramente victoriano, haciéndonos recordar aquellos libros de aventuras de Julio Verne o Conan Doyle entre otros autores.
            Es un juego para 2-5 jugadores y con una media de una hora por partida, puede ser incluso menos o un poco más dependiendo del mapa al que se juegue. La caja básica contiene el mapa de Estados Unidos y enseguida salió la siguiente con el mapa de Europa, que ya ha conocido una actualización. Estos dos mapas se consideran básicos, pero existen muchos más. Es sencillísimo de jugar, y nos da una pista de tal circunstancia el que se considere un juego para niños a partir de ocho años.

De que va

            Como prácticamente todos los juegos de mesa, la finalidad es tener el mayor número de puntos de victoria. Para conseguirlos, los jugadores deberán ir tirando vías de ferrocarril a través del mapa, uniendo ciudades y consiguiendo, si pueden, la vía más larga. Vamos a centrarnos en el mapa básico de Estados Unidos, pues las reglas para todos los mapas son iguales a excepción de algún que otro pequeño detalle que diferencia a una expansión de otra. Cada jugador dispone de un número determinado de ferrocarriles de un color y de cartas, que irá adquiriendo durante el juego, que le ayudarán a tirar las vías. Los jugadores, para saber que vías deben construir, tendrán una serie de tickets o billetes que les indicarán que ciudades son las que tienen que unir. A mayor distancia una ciudad de la otra, mayor será la dificultad para unirlas, pero también más grande será el premio. Pero cuidado, pues el número de vagones de tren es limitado y generar vías muy largas puede dar como resultado que te quedes sin vagones y no puedas completar los billetes con el riesgo que eso supone. Vamos a explicar cómo funciona un turno de juego.
            Una vez preparado el juego, que es muy sencillo, cada jugador dispondrá de tres billetes al azar. Esos son sus objetivos. En cada ticket podrá observar la vía que debe tirar y las dos ciudades que la unen. Como he dicho antes, las vías largas te darán como premio más puntos de victoria, mientras que las más cortas, siendo muy fáciles de unir, menos puntos. Lo ideal sería tener al menos una vía larga y dos cortas, pues si tienes tres muy largas te puedes quedar sin vagones de tren. Al final del juego, cada billete cerrado dará sus puntos de victoria, pero como tengas uno o varios ticket sin cerrar se te descontarán esos puntos. Así, si por ejemplo poseías un ticket con valor de 12 puntos y no has cerrado la vía, se te descontarán esos 12 puntos de tu total de puntos de victoria. Si cuando se han repartido al azar los tres billetes iniciales estos no te gustan, tienes la opción de cambiar uno, dos o los tres por otros tantos billetes, pero los que te salgan te los tendrás que quedar. Esto se puede hacer en el inicio del juego, pero no ya durante el resto de la partida. Una vez que se ha sorteado el jugador inicial, comienza un turno que consiste básicamente en realizar una de tres acciones posibles. Recuerda, sólo puedes hacer una de las tres, no las tres.

1-Coger cartas de colores. Existe una baraja de cartas que representan vagones de tren, y esas cartas son de diversos colores: blanco, naranja, azul, negro, amarillo, rojo, violeta y verde. En la baraja existe el mismo número de cartas de cada color, por lo que no existe ventaja para un determinado color. ¿Qué representan estos colores? Las vías del tren. Si observas el tablero de juego las vías son de un determinado color, siempre el mismo durante un trayecto que une una ciudad con otra. Por ejemplo, las ciudades de Portland y San Francisco están unidas por dos vías, una de color rosa y la otra verde. Esto significa que para colocar tus vagones de tren necesitarás tener únicamente cartas de color rosa o verde. Puesto que la distancia entre las dos ciudades es de cinco espacios (cada espacio representa uno de tus vagones que tendrás que colocar) necesitas tener o cinco cartas rosas o cinco verdes. Luego explicaré las reglas para tender las vías. Así pues, la acción de coger cartas significa que cuando se empieza la partida cada jugador dispondrá de X cartas. A un lado se pondrá el mazo de cartas boca abajo y cinco cartas boca arriba a la vista de todos los jugadores. Un jugador, en su turno, si elige la acción de coger cartas, podrá coger dos cartas con las siguientes opciones:
a) Tomar una de las cartas boca arriba porque el color le interesa. Inmediatamente que el jugador retira la carta se pone la siguiente del mazo en su lugar. No se pueden coger las dos cartas a la vez. Se ha de hacer de una en una. Si la siguiente carta que sale también le interesa al jugador, puede cogerla y con eso termina su turno.
b) Tomar cartas del mazo boca abajo. Si no le interesan las cinco cartas boca arriba, el jugador podrá coger una carta, siempre la primera, del mazo y luego otra más, con lo que termina su turno. Puede hacer una mezcla de la opción a y b. Toma una de las cinco boca arriba y luego una del mazo. O al revés, es su gusto.
El comodín. Hay una excepción a la regla: el comodín. Es una carta que representa a un vagón de tren y a todos los colores. Como su nombre indica, el comodín te sirve para suplantar una carta de cualquier color. Únicamente una. Si entre las cinco cartas boca arriba hay un comodín y la coges, ya no podrás coger una segunda carta de las de boca arriba ni las del mazo. Tampoco puedes coger una carta normal y luego el comodín de las de boca arriba, no se puede. Otra cosa es que cojas una carta del mazo y te toque un comodín. Como nadie sabe que te ha tocado, puedes coger la segunda y si también es un comodín te la quedas.
            Puedes tener en tu mano todas las cartas que quieras, no hay límite. Cuando el mazo se acaba, se barajan las cartas utilizadas y se vuelve a poner boca abajo. Si por cualquier circunstancia en las cinco cartas boca arriba hay tres comodines, se descartan todas las cartas y se ponen otras cinco nuevas.
2-Construir la vía ferroviaria. Cuando un jugador tiene las suficientes cartas de colores, y siempre que sean del mismo color, puede construir la vía. Sigamos con el ejemplo antes mencionado. Entre Portland y San Francisco existen dos tramos de vías de color rosa y verde. Si un jugador tiene las cinco cartas necesarias, pongamos verdes, puede construir la vía. Entonces descarta las cinco cartas y coloca cinco vagones, uno por cada espacio. Sólo se puede construir una vía por turno y ésta debe ser tirada de una vez, hay que completarla. No se pueden poner tres vagones en un turno y dos en el siguiente. Los comodines ayudan en esta acción. Se pueden tener cuatro cartas verdes y un comodín, incluso cinco comodines; todos ellos contarían como verdes.
            Existen unos determinados tramos de vías que son de color gris. Son vías comodín. En esas vías se pueden utilizar las cartas de colores que el jugador desee, pero con la regla de que tienen que ser todas las cartas del mismo color. Si el tramo es de cuatro espacios de color gris, un jugador puede utilizar cuatro cartas de color negro, o de color rojo, o azul, pero las cuatro iguales. Aquí también se pueden utilizar los comodines.
            Cada vez que se construye una vía, inmediatamente el jugador que la hecho se lleva una serie de puntos de victoria. Cuanta más larga sea la vía, más puntos de victoria. No es aconsejable demorarse mucho en construir las vías, porque son limitadas. Si uno desea ir de Toronto a Chicago (tramo de cuatro espacios en blanco) se puede encontrar con que otro jugador ha construido antes la vía y se vea obligado a dar un increíble rodeo que la hará perder turnos, cartas y puede que hasta puntos.
3-Elegir nuevos billetes. Se puede dar la circunstancia de que antes de que acabe la partida hayamos conseguido completar los tramos requeridos en nuestros tickets. Si es así, tenemos la opción de elegir en nuestro turno escoger nuevos destinos. Tomamos tres billetes al azar del montón y nos los quedamos. Podemos quedarnos con los tres o con dos, pero es obligatorio quedarse con al menos un ticket. Es importante echar un vistazo al mapa y a nuestras líneas ferroviarias ya construidas. Con un poco de suerte podemos tener un billete medio realizado o realizado simplemente uniendo un tramo de una ciudad con una de nuestras líneas. Pero ojo aquí también, porque cuantos más billetes tengamos más difícil será que los podamos completar ya sea porque se nos acabe la partida o los vagones.
            Estas son las tres opciones que tiene un jugador en su turno. Únicamente podrá realizar una de ellas. La partida termina cuando a un jugador le queda un vagón o completa una línea ferroviaria y se queda sin vagones. Cuando esto ocurre, se desvelan los tickets de todos los jugadores y se comprueba que destinos han sido realizados y cuáles no, sumando o restando puntos si es menester. También se comprueba cual es la vía más larga y el jugador que la posea se llevará el ticket especial de 10 puntos.

Lo peor

            No hay estrategia. Olvídate de ella, es que no la hay. Es un juego tan sencillo que no existen estrategias para ganar, a lo sumo, acumular unas cuantas cartas y tirar varias vías seguidas durante tus turnos, pero es que no da de más el juego. Aventureros al tren no es un juego apreciado por los veteranos (aunque la gran mayoría de ellos lo han jugado) y tienden a olvidarlo o menospreciarlo. El juego básico, el del mapa de Estados Unidos, es muy malo, muy simple, no presenta mucha emoción ni apenas riesgo. El azar está presente en el desarrollo del juego, ya que se depende de las cartas de colores para poder tirar las vías ferroviarias. Si no salen las que quieres o te las van quitando los otros jugadores delante de tus narices vas dado. Con todo, tampoco es un juego de buscarles las cosquillas a los adversarios más allá de quitarle una vía a alguno, el comodín o la carta de color. Apenas hay interacción entre los jugadores.

Lo mejor

            La sencillez de Aventureros al tren es su mejor baza. Es tan simple y directo que en cinco minutos se explican las reglas y al segundo turno todos los jugadores, por muy novatos que sean en los juegos de mesa, ya saben lo que tienen que hacer. Es ideal para introducir en este mundo a los inexpertos y para jugar en familia es casi perfecto. Aunque, como ya he dicho, los jugadores más veteranos lo suelen despreciar, lo cierto es que cumple muy bien su función de entretener y hacer pasar buenos ratos. La duración de sus partidas, al ser de una hora, permite jugar dos o tres en una tarde. Además, también sirve para despejar la mente tras una ardua sesión a otro juego de índole más complicado. No todo en la vida va a ser jugar a Le Havre, Terra Mítica, Agrícola o Pilares de la Tierra; de cuando en cuando un Aventureros al tren y no complicarse demasiado también es divertido.
            Existen muchas expansiones del juego, cada una con una variante que lo hace más divertido e incluso en ocasiones más competitivo y complicado, como en el caso de Aventureros al tren Europa. De hecho, recomiendo comprar el Europa y olvidarse del de Estados Unidos. Cada expansión es independiente, con lo que no necesitas el básico excepto si compras las minis expansiones. Existe también una versión en cartas, sin tablero, pero es bastante cutre. La presentación es bastante buena comparado con otros juegos de mayor rango, pues el tablero es bonito y los vagones de colores brillantes para que no haya equivocaciones. Por sacarle otro pero, el precio lo veo un poco elevado para el juego que es y lo que ofrece, pero si se tiene paciencia y se sabe buscar por Internet lo puedes encontrar a casi la mitad de precio. No es dependiente del idioma, así que da igual en qué país lo compres.
            Si no lo has jugado nunca te recomiendo que lo pruebes. No esperes gran cosa, pero seguro que lo vas a disfrutar al menos las primeras partidas.