miércoles, 15 de enero de 2014

CAYLUS



CAYLUS
EL LOBO JUGADOR
 











CAYLUS
Ladrillo a ladrillo, construyo mi castillo.
 

            














             

             Caylus es un juego de estrategia y gestión de recursos del estilo que se conoce como eurogames o, entre colegas, de cubitos, para 2-5 jugadores. Odiados para algunos, sobre todo para los amantes de los juegos temáticos, en realidad es uno de los mejores juegos que se puede comprar y gozar sin importar que te gusten mucho o no los juegos de cubitos.
            Fue creado por William Attia y puesto a la venta en 2005, con lo que es ya un clásico. Quizás su mecanismo de juego nos recuerde un poco al Puerto Rico, aunque también en ciertos aspectos al Agrícola, aunque en mi opinión diría que se queda a medias entre uno y otro y sin tener la complejidad del Agrícola. Ha conseguido varios premios, siendo el principal el de mejor juego en la Feria de Essen en 2005.
            Caylus, según el país en donde se venda, tiene diferentes versiones, aunque por lo general circulan dos: una normal y otra de lujo. En España se pusieron a la venta las dos, aunque la de lujo está mutilada y es bastante cutre.

De qué va.

            Es la Francia de Felipe IV, en 1298, y nos encontramos en un pueblo llamado Caylus donde el rey desea construir un castillo. Para ello, cada jugador encarna a un contratista que colabora en la construcción, obteniendo con ello puntos de prestigio y favores reales que le pueden conducir a la victoria.
            El juego posee una buena dinámica y aunque a primera vista puede parecer muy denso y complejo en realidad no lo es tanto. Cualquier jugador, por muy novato que sea, en un par de turnos le ha cogido enseguida el truco y las reglas. Eso sí, es un juego que posee muchas variantes, estrategias y de pensar a largo plazo, lo que es indicado para jugadores experimentados que desean jugar a juegos algo más difíciles de lo normal.
            Se trata de colocar nuestros peones en diferentes casillas por turno, construir edificios y colocarse en el castillo para ayudar en su construcción. El orden del turno va de la siguiente forma:
1-Se coge el dinero que se cobra al inicio de cada turno o los que generan ciertos edificios.
2-Se colocan los trabajadores uno por uno y según el orden de turno que puede variar según los jugadores vayan colocando sus trabajadores. Es aquí donde tienes la opción de colaborar en la construcción del castillo.
3-Se activan los edificios principales.
4-Se mueve el preboste que es el que va determinar que edificios se pueden utilizar en el turno, ya que donde se coloque el preboste los edificios quedan anulados de él para delante. Tenemos también a un administrador del castillo que es el que marca los pasos en la construcción del castillo, habilita los edificios que los jugadores construyan y el que finaliza la partida cuando llega a determinado recuadro. El preboste mueve moverse adelante y atrás según quieran los jugadores y según tengan dinero, pues cuesta moverlo.
5-Se activan los edificios corrientes y los que permita el preboste.
6-Se colabora en la construcción del castillo si se ha colocado un trabajador allí, por turno y pagando los costes en recursos necesarios. Aquí se pueden conseguir muchos puntos de prestigio/victoria y es importante colocarse el primero por el tema de obtener favores.
7-Fin de turno y se mueve el administrador y según lo haga éste se moverá el preboste.
            Los favores reales que se te conceden por colaborar en la construcción del castillo te permiten obtener dinero, puntos de victoria, recursos o construir más baratos los edificios.

Lo peor.

            Poco negativo puedo decir de Caylus, así que, una vez más, nos tenemos que ir al apartado diseño y grafico. Es increíble que juegos así salgan al mercado con una presentación tan mediocre y unos diseños tan malos, pero es tanta la calidad que poseen como juego que consiguen vender. Mas no debería ser así. Solamente viendo la portada de la caja uno se lo pensaría dos veces antes de comprárselo si desconociera de que va Caylus. No mucho mejor es el tablero, que no es que sea sencillo, es que es como si lo hubiera pintado Paco el del quinto que como fontanero es muy bueno pero como dibujante no pasa de ser aficionado.
            De nuevo nos volvemos a encontrar con monedas de cartón en un juego donde el dinero es pieza fundamental para poder ganar. Esto se remedió en la edición de lujo, con monedas de plástico, diferente diseño de caja, trabajadores de madera y el tablero algo mejor, pero, como digo, dado que en España somos diferentes, la edición de “lujo” española sencillamente fue lamentable, con todo exactamente igual que la edición normal a excepción del tablero y el precio; más caro, lógicamente.


Lo mejor.

            Juegazo. Es de los que nunca deberían faltar en tu ludoteca. No es solamente un juego de cubitos, sino que es muy ameno y con unos turnos muy activos y rápidos donde se es necesario pensar en varias opciones a la vez. Además, te exige estar muy concentrado y pensar en largo, pues normalmente se termina ganando en los dos o tres últimos turnos. Es un juego de pensar, pero no por ello las reglas son necesariamente complejas ni difíciles de entender. Aunque eso sí, en la edición española, sigh, nos encontramos otra vez una chapuza pues la traducción de las reglas deja bastante que desear y son confusas.
            Tiene momentos que son muy divertidos, pues la búsqueda de los recursos o el donde colocar tus trabajadores tiene su mala leche, ya que es una gozada contemplar la cara del resto de jugadores cuando logras colocar el trabajador allí donde otros deben hacerlo también. Recomiendo que al menos sean cuatro los jugadores, pues cuantos más sean mejor. También los movimientos del preboste tienen su guasa, pues puedes anular los edificios de tus contrincantes y fastidiarles la estrategia.
            Otra cosa positiva es que los jugadores no se eliminan, lo que es de agradecer, pues te permite disfrutar del juego hasta el final. Además, existen múltiples estrategias para ganar, ya que el sistema de colocar a los trabajadores y poder elegir orden en el turno indica que las estrategias preestablecidas que tengas se pueden ir al traste si un jugador te quita el puesto que querías con uno de sus trabajadores. Aunque es indudable que existen ciertas técnicas para ganar, Caylus está tan bien diseñado que hasta un jugador que eche por primera vez su partida puede ganar. Por tanto, es un juego que recomiendo encarecidamente.